Lecturas a la hora del té

Lecturas a la hora del té
(Pintura de Vicente Romero)

viernes, 3 de abril de 2015

LA MAYOR PROCESIÓN



Cuando te das cuenta, te hallas sentada en la cima del Gólgota, observando el cetrino rostro de tu hijo cuya cabeza descuelga en su crucifixión. Y te preguntas cómo podrás sobreponerte a su muerte, cómo la vida, injusta, te atrapa llevándoselo a él y queda expectante a que realices tu siguiente movimiento. Y de dónde sacarás fuerzas si te cuelga el alma helada sobre una finísima cuerda que amenaza con romperse por el peso de plomo que soporta. Miras al cielo y os ilumina la luz que esta mañana nace en la profundidad del río y se eleva con prepotencia para descubrir la dulce estampa que te dibuja con tu hijo en tu regazo, cubriéndole por entero con besos y lágrimas. 

2 comentarios:

  1. Realmente doloroso... Hoy día se revive en cada hijo o hija desaparecida o muerta tal dolor. Momentos que nos toca vivir sin que hagamos un parangón con aquel. Muy buena la crónica y la imagen.
    Besos

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  2. Sentidas palabras, Carmen. Sobre una realidad de un ayer vivido, sin duda, con el dramatismo que señalas... Pero, y permíteme que trascienda tus propias palabras, “creo” que en el corazón de aquella madre había también la certeza de que lo vivido, experimentado, tenía un sentido más profundo que lo representado.

    No mitigaba el dolor, pero lo justificaba!

    Un abrazo, amiga.

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