(MI agradecimiento y cariño a Mercedes Ares que pintó este bellísimo cuadro de rosas blancas en cuanto se lo propuse para engrandecer con su arte este poema. No dejen de visitar su espacio porque sus obras son delicadas, elegantes, exquisitas: http://petalosalagua.blogspot.com.es/ Besos, Mercedes)
El
río ha extraviado su cauce,
la
Mezquita se atormenta,
Córdoba
aprieta los labios
anudándose
con Huelva.
Espadas
en el corazón
por
la inocencia quemada
que
composta los naranjos.
El
útero es la razón:
la
lágrima derramada,
rocío
sobre sus vástagos.
Dos
rosas blancas,
¡traedme!
Las
acunaré en Las Marismas,
les
recitaré nuestra nana,
con
la garganta seca
del
polvo de mil palabras.
Dos
rosas blancas,
¡traedme!
que
escucho cómo me llaman.
Que
dicen que tienen sueño
y
no habrá otra mañana...
con
mañana.
Viniendo yo de la ciudad de la Mezquita no he dejado de emocionarme leyendo tu poema. Momentos dramáticos en una poesía desbordante de dolor. Permite que la publique en Facebook, lloraremos contigo.
ResponderEliminarY esa flores de Mercedes nunca me parecieron tan trágicas.
Un abrazo.
Gracias por acercarte, comentar y quedarte. Nadie puede ser insensible ante este tipo de dolor. Claro que puedes llevarlo a Facebook, yo también lo tengo allí. Puedes buscarme para amistad por mi nombre completo: Carmen Marina Rodríguez Santana. Yo no he podido encontrarte.
EliminarAbrazos.
Hola Aldonza: Emotiva poesia, mi intuición me llevó sin saber el contenido de tu poema, a pintar con ese fondo oscuro y trágico. Realmente me llegó muy de cerca ese dolor, yo tambien tengo un hijo ángel, como esos dos niños. Besos amiga!!
ResponderEliminarMercedes, ahora que me cuentas tu dolor, más orgullosa aún me siento de haberte pedido que pintaras dos rosas blancas. Tu sentido te llevó a pintar ese fondo oscuro y mi sentido me llevó a pedírtelo precisamente a ti, no a ningún otro artista. Me parece maravillosa esta conexión entre dos personas que nunca se han conocido personalmente. Te envío todo mi cariño y admiración.
EliminarUn beso muy grande.
Espadas en el corazón
ResponderEliminarpor la inocencia quemada
que composta los naranjos.
El útero es la razón:
la lágrima derramada,
rocío sobre sus vástagos.
Dos rosas blancas. Ruth y José.. Mi querida Carmen, tragedias sin sentido, como la de estos dos Ángelitos, quedan para siempre en el corazón. No se puede concebir tanta crueldad. Descansen en paz. Felidades por tan bello y emotivo poema, tambien a Mercedes por esas inocentes Rosas Blancas.
Mª José, muchísimas gracias por tus palabras que llegan cargadas de sensibilidad y de respeto. Un beso muy grande.
EliminarVengo a saludarte desde el el Blog de Mercedes.
ResponderEliminarConmovedora poesía Aldonza.
Un fuerte abrazo.
Adriana, muchas gracias por venir y comentar. Con esta bellísima acuarela de Mercedes el poema toma un especial significado. Un fuerte abrazo de vuelta.
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