(Pintura de Merce Ares https://petalosalagua.blogspot.com.es/)
Cuando te
das cuenta, te hallas sentada en la cima del Gólgota, observando el
cetrino rostro de tu hijo cuya cabeza descuelga en su crucifixión. Y
te preguntas cómo podrás sobreponerte a su muerte, cómo la vida,
injusta, te atrapa llevándoselo a él y queda expectante a que
realices tu siguiente movimiento. Y de dónde sacarás fuerzas si te
cuelga el alma helada sobre una finísima cuerda que amenaza con
romperse por el peso de plomo que soporta. Miras al cielo y os
ilumina la luz que esta mañana nace en la profundidad del río y se
eleva con prepotencia para descubrir la dulce estampa que te dibuja
con tu hijo en tu regazo, cubriéndole por entero con besos y
lágrimas.
Carmen Marina Rodríguez
Dolorosas y bellas palabras. Beso
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